martes, 26 de noviembre de 2013

18. El helenismo en Grecia.

El helenismo es en primer lugar, la crisis de la polis. En ese nuevo mundo político de Alejandro Magno, no tienen sitio los ideales de armonía y medida de la Grecia clásica y son sustituidos por los nuevos valores que provocan una intensa mutación artística.

En escultura se inicia una nueva era de realismo un tanto amargo; se prefiere el desequilibrio de los cuerpos retorcidos a las serenas posturas fidíacas, el dramatismo de las expresiones a los rostros tranquilos, la fealdad de monstruos o seres amenazadores a la belleza clásica. En el grupo del Lacoonte los cuerpos se retuercen, los músculos se hinchan, los rostros expresan dolor, estamos ya en otro mundo artístico.

El recuerdo de los ideales de armonía se conserva todavía en la venus de Milo, pero las formas barrocas, caracterizadas por el movimiento intenso y la tensión, se plasman en la Victoria de Samotracia, cuyos pliegues arremolinados y postura elástica tanto se diferencias de las Victorias de la escuela de Fidias.

17. La escultura clásica griega.

Al finalizar el período arcaico, la escultura llega a su máxima perfección y serenidad, el ideal de equilibrio griego encuentra en ella un lenguaje, un medio de expresión. Agotadas todas las posibilidades en la representación de la belleza ideal, los escultores otorgan mayor atención a la expresión de los sentimientos en los rostros. La serie de maestros es larga, no podemos más que comentar brevemente las figuras cimeras: Mirón, Fidias, Polícleto, Scopas, Praxíteles y Lisipo.

El broncista Mirón, consigue en el Discóbolo(recogido en la imagen) la captación del movimiento en el momento máximo desequilibrio del cuerpo; es un instante fugaz, en el que el atleta se dispone a iniciar el giro para soltar el disco, con el cuerpo contraído y apoyado en el pie derecho. La postura era entonces de una enorme audacia y su contemplación desvió la atención del arcaísmo del cabello y la expresión, o de los músculos planos y de la colocación sin profundidad de brazos y piernas.

Fidias es considerado como el paradigma  del clasicismo, no obstante la crítica haya atribuido una parte importante de su extensa obra a su taller y a sus discípulos. La serie de esculturas dedicadas a Atenea, el Zeus de Olimpia y los relieves del Partenón constituyen el legado de este gran maestro. La belleza serena de los rostros, la flexibilidad y transparencia de las vestimentas, la combinación de equilibrio y vida.

Polícleto, es un teórico de la anatomía humana que no se satisface con recoger en textos literarios sus cánones, sino que los escupe en su Doríforo, joven lancero en el que el artista otorga diferente función a cada pierna, analiza cada pliegue muscular y consigue el efecto de profundidad con las posiciones de piernas y brazos. Su serie de campeones olímpicos se ha perdido, pero las escasas muestras de arte de Polícleto representan otro de los ideales griegos: la fuerza unida al equilibrio y la belleza.

16. Período arcaico griego.

Lo que para los egipcios y los mesopotamios constituía una meta es para los talleres egipcios un punto de partida, la cual se plasma en la serie kúroi, atletas desnudos, y kórai. Con respecto a la serie de caballos y figuras humanas, los restos más antiguos que el mundo helénico nos ha legado, y que se caracterizaban por su abstracción, el kúros y la kóre, aún conservando la rigidez de los modelos orientales, perceptible en la dificultad para doblar los dedos y extremidades. Muchos son todavía los rasgos del arcaísmo; ojos almendrados, pelo ordenado en superficies geométricas, expresión hierática; pero en un siglo los escultores aprenden a conquistar posiciones diversas y a plasmar la sonrisa. La misma búsqueda y evolución constante encontramos en las kórai. En las estatuas de doncellas que se dedicaban como exvotos en el recito de Acrópolis y se distingue el peplo dórico con su simetría, su escasez de pliegues... y el jónico, con su asimetría, diagonales, abundancia de plegado. De esta forma, los escultores avanzan también en las técnicas de blandura y flexibilidad de las telas. La transición al clasicismo, está impulsada por los relieves de los frontones de Egina y Olimpia. En el frontón oriental se expresa la tristeza y el dolor. La forma triangular del espacio obliga a doblar las figuras y la composición de las batallas exige del escultor un dominio del movimiento y la relación. La fuerza de Hércules que dispara con su arco, la variedad de las expresiones, la concepción espectacular del movimiento señalan la aurora de un arte nuevo. Valores similares se consiguen por esos años en el bronce.

15. Caracteres generales de la escultura griega.

 Sus raíces son orientales y en sus primeras fases refleja influencias egipcias. Su evolución constante llega a crear un mundo de formas original, que se distancia de los primeros modelos. Tres períodos pueden distinguirse entre: arcaico, clásico y helenístico. La evolución ofrece una orientación clara; los escultores plasman en la figura humana sus concepciones de belleza física y equilibrio espiritual. La belleza concebida como medida, proporción entre las partes, anatomía armoniosas, idealización del cuerpo humano, alcanza su plenitud. Pero la belleza corporal resultaría fría en un rostro inexpresivo; la expresión, entendida no solo como una vivencia estética sino más aún como la exteriorización de los sentimientos, como la fusión entre la vertiente espiritual del hombre y su fachada física, es la segunda preocupación de los escultores helénicos. La representación del movimiento constituye otro objetivo. En su etapa clásica, la flexibilidad de los miembros, la tensión muscular o la agilidad adquieren una gracia y una viveza hasta entonces nunca alcanzada. Siempre es la figura humana la preocupación central, pero en los relieves del Partenón los cuerpos de los caballos, demuestran que también en la anatomía animal los griegos han observado y expresado todas las posibilidades del dinamismo. Belleza, expresión y movimiento, definen los rasgos capitales de la plástica griega. Gran preocupación por el volumen. Cuidado de todas y cada una de las perspectivas de una escultura, redondez. 


lunes, 11 de noviembre de 2013

14. Creaciones arquitectónicas griegas.

En una arquitectura que se proponía crear espacios para la vida colectiva no debe limitarse el estudio a la construcción aislada, aunque los templos, teatros e incluso casas tenían interés en sí mismos, sino que ha de ampliarse el enfoque a los conjuntos, como santuarios, acrópolis y ciudades enteras.
El templo no daba cobijo a los fieles, de ahí que el tratamiento interior haya sido limitado y predomine en cambio el cuidado de su envoltura exterior. Factor común es una sala rectangular (naos o cella) y otras cámaras, anterior (pronaos), y posterior (opistotodomos), con la estatua de la deidad votiva. Se apoya la construcción sobre un basamento de gradería (krepis). En el estilo dórico es mayor la abundancia de restos, como el del Templo de Apolo de Corinto. O el Templo de Hércules. Su plenitud se alcanza con El Partenón, creación cimera de la historia de la arquitectura. En el estilo jónico, se encuentra una muestra importante como lo es la Tribuna de las Cariátides. Y el estilo corintio se introduce en fecha tardía y no se generaliza hasta el helenismo.

El teatro dibuja sus gradas sobre la falda empinada de una colina y aprovecha el pie mismo de la colina para la construcción de la escena y la orchestra. De transcendente interés para el conocimiento de una cultura es el estudio de sus casas; mientras los templos y teatros recogen aspiraciones de la colectividad, la casa traduce dimensiones del individuo.

En la vida griega, los festivales religiosos o cívicos desempeñaron un papel unificador. Sobresalieron el culto a Zeus en Olimpia, del que formaban parte los juegos, y el de Apolo en Delfos. Teniendo como centro, el templo del Dios. Los santuarios ofrecían una serie de elementos comunes: los propíleos o pórtico, el camino de los peregrinos, los tesoros o templos votivos de diferentes ciudades, el altar del sacrificio, el templo del dios principal, la stoa y el teatro (en algunos casos "el estadio"). De todos los santuarios que Grecia ha legado, Delfos, es el más impresionante, con un fondo de rocas, en una falda empinada, atalaya abierta al mar, al golfo Corinto. En el que las pitonisas efectuaban sus presagios.

13. La arquitectura griega. Sus caracteres.

La concepción del edificio, los griegos lo circundan como un elemento trabado como escultura, es decir, como una forma estética, la columna. Cada pueblo aporta  elementos y peculiaridades a la columna; así surgen los tres órdenes clásicos: dórico, jónico y corintio.

Notas definitorias de la arquitectura griega son las siguientes:

-Es arquitectura arquitrabada, de apariencia más serena, pero entraña dificultades para la superposición de pisos o para la elevación en altura.

-Como material se utilizó en principio lo que podía ser un conglomerado o piedra arenisca, luego caliza dura y finalmente, el mármol.

-Aunque se han perdido, se utilizaron colores.

-Búsqueda de una armonía visual que obliga a separarse de las medidas matemáticas. Parte de los refinamientos ópticos podrían resumirse en:
                ×curvaturas del entablamiento y del estilóbato hacia arriba, para evitar el efecto de pandeo.
                ×inclinación de las columnas hacia adentro para impedir la sensación de caída y crear el llamado efecto piramidal.
                ×éntasis de las columnas, con lo que se aminora el efecto de concavidad de lados rectos.
                ×mayor anchura de las columnas de los ángulos, anulando cualquier presión de debilidad en ese punto.
                ×desigual distancia de los intercolumnios.

Estas modificaciones no responden a ninguna necesidad funcional ni estructural sino simplemente al elevado idealismo de unas construcciones que desean responder a las severas exigencias del espíritu humano y corregir las perturbaciones que los efectos ópticos podrían introducir en una estructura de horizontales y verticales.

12. Urbanismo y concepción del espacio.

En la Grecia clásica la configuración política del estado-ciudad requiere la construcción de recintos urbanos. En tiempos históricos tres son las que influyen en el nacimiento de la polis:

1) Militar, se elige el lugar más fácil de defender, la acrópolis, fortaleza que repite la fórmula de Micenas.

2) Económica, se busca un emplazamiento que facilite el acceso desde el mar o próximo a un cruce de caminos naturales.

3) Estética, el marco natural ha de satisfacer unos ideales de belleza que el griego nunca olvida.

Varios elementos pueden distinguirse en la en la polis griega:

- Ágora, imprescindible en el desarrollo de la ciudad como ente corporativo. Se construyeron dos tipos funcionales de ágora se construyeron, o es el ámbito de administración y de reunión del pueblo, o es el lugar del comercio y los negocios. En un principio, solo era con la primera finalidad, pero más adelante se añadió una importancia comercial.

- Stoa, pórtico cubierto que da protección a la gente reunida, en el que se localizan a veces los establecimientos comerciales.

- Calles con columnatas o soportales. Son más utilizadas en la época romana; protegen del calor y del frío, y se multiplican en ciudades coloniales, en donde las condiciones climáticas exigían mayor protección de los viandantes.

- Gimnasio y palestra, como lugares de ejercicios físicos y escuela de lucha, y buleuterio y eclesiasterio como edificios públicos para reuniones políticas.

- Teatro,  edificio fundamental, espectáculo predilecto. Se apoyan las gradas en la falda de la colina y define a veces el emplazamiento de otros edificios.

En resumen, el constructor griego estudia la escala, la dimensión comunitaria del edificio, su funcionalidad, la relación con la topografía, las perspectivas que deben ser favorecidas por la disposición de las otras construcciones. Si un edificio no es simplemente una agregación de piedras, una ciudad no es una agregación de edificios. La aportación decisiva es la concepción del espacio urbano o espacio exterior a la edificación aislada; en Grecia nace el urbanismo, con igual claridad que la ciencia, la filosofía o la historia.

martes, 5 de noviembre de 2013

11. Un antecedente: El arte cretomicénico.

En el curso del segundo milenio antes de Cristo, mientras Europa vive en la Edad del Bronce, Creta, por su situación privilegiada en un mar de rutas comerciales, es el solar de una cultura que sirve de inspiración para otras zonas continentales. En sus pequeños palacios, las pinturas al fresco, combinadas con bajorrelieves de estuco, reflejan los temas de la vida diaria. En ellos los pinturas áulicos muestran su amor a la naturaleza y un sentido del movimiento del que carecía la pintura egipcia. Los artistas cretenses rompieron las ataduras foráneas para inspirarse en las bellezas de su propio paisaje. Los palacios son de arquitectura compleja, basada en bloques aislados, no obstante ofrecen algún elemento común: un patio rectangular, grandes escaleras de acceso a los pisos superiores, tragaluces, carácter arquitrabado. En escultura existe un vacío hasta el Minoico medio, a partir del cual se cultivaron industrialmente estatuillas de la diosa domadora de serpientes, hombres desnudos, damas de falda acampanada y algunas tallas de marfil. Otras obras importantes son grandes puertas como la de los leones y un tipo interesante de tumbas, las de corredor, que desemboca en un camarín y una amplia cámara cubierta por falsa cúpula.